En marzo de 1816, el capit&aacute;n sueco Johan Adam Graaner, desembarc&oacute; en Buenos Aires iniciando una traves&iacute;a que lo llevar&iacute;a hasta la ciudad de Tucum&aacute;n. Su viaje era secreto y ten&iacute;a como objetivo postular a Jean Baptiste Bernadotte, pr&iacute;ncipe heredero del Reino de Suecia, a un eventual trono en el Rio de la Plata.<br />En Tucum&aacute;n, Graaner fue el &uacute;nico extranjero testigo de la declaraci&oacute;n de la independencia. Sus apuntes de viaje hasta ahora in&eacute;ditos detallan lugares, flora y fauna, pero tambi&eacute;n son una ventana abierta a la cultura de los rioplatenses, en el amanecer de una nueva naci&oacute;n.<br />El diario de viaje que presentamos hoy fue traducido al espa&ntilde;ol por Eduardo Berez&aacute;n, periodista y escritor, autor de varias publicaciones sobre Suecia y Am&eacute;rica Latina.