Adele a la edad de cinco años comenzó a coser, bordar y tejer. Pronto se apodera de la pasión por la sastrería y Adele decide perseguir lo que considera un sueño. La sastrería es su mundo, aunque en los años setenta una joven e ingenua Adele accede a desfilar ante los grandes nombres de la alta costura: Cavalli, las hermanas Fontana, Veneziani, Christian Dior y otros. Se muestra en Florencia, Milán, París y se convierte en testimonio de prestigiosas empresas internacionales de cosmética. Pronto descubrió que ese mundo no le pertenecía y volvió a dedicarse a tiempo completo a la sastrería hasta hace unos años.  Una vida de trabajo incesante, pasión y dedicación, atestiguada por diversos premios y honores recibidos hacia el final de su carrera. Una vida que vale la pena contar en un libro.