Es poco probable no haber o&iacute;do la historia de este mu&ntilde;eco de madera. Pinocho es una de las obras m&aacute;s traducidas y adaptadas de la literatura infantil. Su nariz que crece cuando miente o el grillo que le habla como parte de su conciencia se convirtieron en un clich&eacute; occidental. Pero es el viaje de este ni&ntilde;o de palo, quien trata de entender el mundo que se le puso en frente una vez armado, lo central de la novela. Ser&aacute;n el amor y la generosidad o la travesura y la rebeld&iacute;a las elecciones que determinar&aacute;n, en su camino por los campos y ciudades, bajo el mar entre los peces, trabajando para un circo o vuelto un burro, si merece la magia que lo convertir&aacute; en un ni&ntilde;o de verdad.<br /><br />Aunque Collodi pone en la balanza ideas de ni&ntilde;o bueno y ni&ntilde;o malo que quiz&aacute;s hoy nos parezcan arbitrarias, la amplia difusi&oacute;n que ha tenido este libro desde 1883 demuestra que el humor, la ingenuidad, el peligro y los dramas de Pinocho logran superar cualquier prop&oacute;sito para instalarse como una obra m&aacute;s de la imaginaci&oacute;n. Las aventuras de esta marioneta cuentan una historia para ni&ntilde;os, no obstante, volver sobre el original de algo tantas veces modificado siempre alimenta una interesante curiosidad.