Nada tenía sentido. Ya se tratara de un proyecto universitario alocado, de una película de época o de actores que también actuaban en sus papeles, a Shakira no le importaba. Este no fue el fin de semana que imaginó. Ella quería irse. El ambiente, la gente y las miradas que le echaban la inquietaban. Ella no sabía lo que estaba pasando con Alex. ¿Por qué conocía a todo el mundo? ¿Por qué de repente se había vuelto tan estricto e imperioso? ¿Qué tiene este lugar que lo hace tan peligroso para ellos?
Ella tuvo suficiente.
Alex debe haber sentido su ansiedad. Interrumpió su conversación y estuvo a su lado en cuestión de segundos.
"Te ayudaré a desmontar". Cogió las riendas de su firme agarre y la bajó al suelo. "Ven." Le ofreció su brazo y le metió la mano en el codo.
"No." Shakira se negó a moverse. "Quiero irme a casa."
Parecía enfermo, de color verde, como si estuviera mareado.
"No puedes."