Amenazada por su exmarido, que utilizaba a su hijo en un intento de reanudar su matrimonio fallido, Amanda decidió optar por una relación basada en las apariencias.<br/>Vivir una farsa no estaba en sus planes; sin embargo, fue llevada a tal situación. La intención de Amanda era mantenerse alejada de su exmarido y regresar a su vida ordinaria con su hijo sin grandes ilusiones ni sufrimientos, pero como el destino lo tenía, su corazón se despertó de nuevo, presentándole un gran dilema: ¡hacer esa relación con Antonio real o ignorar ese nuevo sentimiento hasta el final del acuerdo!<br/>Ahora, ¿quién la protegería de ese nuevo sentimiento? ¿Cómo podría mantenerse alejada de los brazos que acababa de encontrar anhelando?<br/>¿Sería Amanda capaz de mantenerse inmune a ese dios que estaba constantemente poniéndola a prueba con su virilidad?<br/>