Ver telenovelas, seguirlas tarde tras tarde o noche tras noche, se convirti&oacute;, desde la d&eacute;cada de los a&ntilde;os 60 en una pr&aacute;ctica cotidiana&nbsp; primero de las mujeres, despu&eacute;s de ellas con sus hijos y al fin, de adolescentes, j&oacute;venes y... los hombres.<br /><br /><br />En&nbsp;De Gutierritos a Nada personal,&nbsp;Florence Toussaint, que a lo largo de mas de 20 a&ntilde;os ha hecho el seguimiento de los principales acontecimientos de la llamada &quot;pantalla chica&quot; en las p&aacute;ginas de Proceso, nos lleva de la mano por la historia, el desarrollo, los personajes y sus actores e incluso, los escritores y guionistas de este fen&oacute;meno cultural que desde M&eacute;xico ha trascendido fronteras de todo tipo: territoriales, idiom&aacute;ticas, culturales.&nbsp;<br /><br />Creadora o modificadora de estilos de vida, visiones del mundo e incluso concepciones pol&iacute;ticas, la telenovela constituye un factor indispensable para entender la realidad del M&eacute;xico actual.&nbsp;<br />&nbsp;