Algunas pr&aacute;cticas art&iacute;sticas latinoamericanas contempor&aacute;neas trabajan con formas de lo impersonal y an&oacute;nimo e insisten en interrogar la intensidad de una experiencia que es irreductible a un yo y que se vuelve instancia de interrogaci&oacute;n y exploraci&oacute;n. Obras de Teixeira Coelho, Veronica Stigger, Diamela Eltit, Ros&acirc;ngela Renn&oacute;, Gian Paolo Minelli, Sergio Chejfec, Edgardo Dobry, Mar&iacute;lia Garcia, Carlos Coci&ntilde;a, Patricio Guzm&aacute;n, Jonathas de Andrade y Kleber Mendon&ccedil;a Filho elaboran formas de acceder &ndash;de narrar, de exhibir, de discutir&ndash; a una vida an&oacute;nima que viene a reemplazar la vida individual o subjetiva, exponiendo una preocupaci&oacute;n por lo viviente que ya no se reduce a la preocupaci&oacute;n por la vida de un sujeto, de un pueblo, o de una comunidad; no se reduce ni siquiera a la noci&oacute;n misma de vida humana.<br /><i>La vida impropia</i> se inspira en ellas para discutir formas de organizar la experiencia en com&uacute;n que ya no se sostengan sobre el predominio de lo humano y de lo individual, cuya incompetencia &ndash;y violencia&ndash; estas mismas figuras, de alguna forma, hacen evidente y problematizan. La agudeza y profundidad de la propuesta de Florencia Garramu&ntilde;o, junto a una escritura fluida y abierta a diversos registros de lectura, abren puertas para la reflexi&oacute;n de quienes estudian las literaturas y las artes m&aacute;s contempor&aacute;neas de Am&eacute;rica latina o se interesan por sus nuevas derivas. Un texto que permite continuar el valioso itinerario de pensamiento de esta importante cr&iacute;tica argentina.