&quot;Casa de mu&ntilde;ecas&quot;, representada por primera vez en 1879, provoc&oacute; gran controversia a nivel mundial al contar el rechazo de una mujer a seguir siendo una f&uacute;til mu&ntilde;eca sin autonom&iacute;a para su marido.<br />La protagonista, aparentemente es feliz con su marido y sus hijos. Sin embargo, un episodio sombr&iacute;o se proyecta sobre su alegr&iacute;a.<br />Nora se vio forzada a&ntilde;os atr&aacute;s a recurrir a una artima&ntilde;a financiera para costear un viaje en salvaguarda de la salud de Helmer, su marido, al tiempo que su padre se hallaba moribundo.<br />A medida que la tensi&oacute;n del conflicto va in crescendo, la monoton&iacute;a burguesa de la protagonista se va convirtiendo en un nudo corredizo que va dej&aacute;ndola sin aire.<br />Ante su impotencia, observa la imposici&oacute;n de todo un mundo de valores contradictorios que amenazan su idea de felicidad...<br /><br />La obra se estren&oacute; en gran parte de los pa&iacute;ses de Europa generando una enorme pol&eacute;mica, siendo inevitable posicionarse a favor o en contra de su protagonista Nora. Su portazo final fue motivo de esc&aacute;ndalo (Henrik Ibsen cambi&oacute; este final para su estreno en Alemania) ya que algunos sectores opinaron que era un ataque a los fundamentos de la familia.