Querido lector o lectora, debo admitir que esta historia<br />estuvo a punto de morir. Te contar&eacute; brevemente el por<br />qu&eacute;.<br />Una noche la idea lleg&oacute; a mi cabeza y especialmente<br />golpe&oacute; mi coraz&oacute;n de una forma tan inesperada que me<br />hizo levantarme de la cama y anotarla en alg&uacute;n lado,<br />porque sab&iacute;a que a la ma&ntilde;ana siguiente podr&iacute;a olvidar<br />algunos detalles. Pasaron unos meses mientras rele&iacute;a la<br />historia, la correg&iacute;a y buscaba una oportunidad para<br />publicarla, pero un d&iacute;a encontr&eacute; una gran coincidencia en otra historia ya publicada y, debo reconocer que fue<br />publicada mucho antes de que yo tuviera las primeras<br />ideas de &ldquo;Antes de Olvidar&rdquo;. Siempre he querido ser lo<br />m&aacute;s original posible y sab&iacute;a que nadie me creer&iacute;a si<br />encontraban dicha coincidencia, pues aunque la historia<br />es completamente distinta, hay un detalle al final de ella<br />que causa un efecto parecido en el lector.<br />Pero un d&iacute;a mis padres (...)