Existi&oacute; un per&iacute;odo de transici&oacute;n entre la era en que los dioses viv&iacute;an solos y la era en que la participaci&oacute;n divina en los asuntos humanos era limitada. Fue durante este per&iacute;odo cuando los dioses y los mortales interactuaron. Los grupos se mezclaron m&aacute;s libremente en esos primeros d&iacute;as del globo que despu&eacute;s. La mayor&iacute;a de estas historias fueron contadas posteriormente en las Metamorfosis de Ovidio, y con frecuencia se agrupan en dos grupos tem&aacute;ticos: historias de amor e historias de castigo.<br />El incesto, o la seducci&oacute;n o violaci&oacute;n de una mujer mortal por un dios masculino, da como resultado una descendencia heroica en muchas historias de amor. Las relaciones entre dioses y mortales a menudo est&aacute;n mal vistas en las leyendas, e incluso las relaciones consentidas rara vez terminan felizmente. En casos selectos, como en el Himno hom&eacute;rico a Afrodita, donde la diosa se acuesta con Anquises para dar a luz a Eneas, una divinidad femenina se aparea con un hombre mortal.