&quot;Antes de que hubiera a&ntilde;os o d&iacute;as, la tierra yac&iacute;a en tinieblas&quot;, dice Garc&iacute;a en su Origen de las Indias , afirmando poder proporcionar al lector una traducci&oacute;n de un manuscrito pict&oacute;rico mixteco aut&eacute;ntico. Todo estaba fuera de servicio, y una inundaci&oacute;n cubri&oacute; el lodo y el lodo que constitu&iacute;an el suelo en ese entonces&quot;. Esta imagen aparece en pr&aacute;cticamente todas las historias de la creaci&oacute;n estadounidense . &quot;American Creation-Myths.&quot;)<br /><br />El hombre rojo, en general, cre&iacute;a que el mundo habitable se form&oacute; a partir del limo que afloraba sobre las aguas primordiales, y los nahuas compart&iacute;an sin duda este concepto. Nos encontramos con dos seres bisexuales en el mito nahua. , conocidos por los aztecas como Ometecutli-Omeciuatl (Se&ntilde;ores de la Dualidad), quienes eran retratados como deidades que gobernaban el nacimiento de las cosas, el comienzo del mundo, ya los hemos conocido en el Cap&iacute;tulo II, pero volveremos sobre ellos aqu&iacute;.Estas criaturas, cuyos nombres individuales eran Tonacatecutli y Tonacaciuatl (Se&ntilde;or y Se&ntilde;ora de nuestra Carne), se enumeran en primer lugar en el calendario, lo que implica que fueron considerados responsables de la creaci&oacute;n de todas las cosas creadas. siempre fueron representados usando ma ropas magn&iacute;ficas y multicolores que indicaban luz.<br /><br />Tonacatecutli , el principio masculino de la creaci&oacute;n o generaci&oacute;n del mundo, a veces se asocia con el sol o el dios del fuego, pero no hay raz&oacute;n para creer que representa algo m&aacute;s que el cielo.<br /><br />A diferencia de la tierra, que creen que tiene rasgos femeninos y est&aacute; claramente personificada en este caso por Tonacaciuatl , el firmamento es reconocido casi universalmente por los pueblos abor&iacute;genes americanos como la esencia masculina del cosmos.