De acuerdo con lo establecido por el art&iacute;culo 59 de la LGT, las deudas tributarias podr&aacute;n extinguirse de las siguientes formas: mediante el pago, por prescripci&oacute;n, por compensaci&oacute;n y por condonaci&oacute;n. Un impago de impuestos a la Administraci&oacute;n en el periodo voluntario puede conllevar recargos, multas, sanciones e, incluso, el embargo de los bienes del contribuyente. La falta de liquidez ha agravado la situaci&oacute;n en el momento de abonar los impuestos y, por tanto, las deudas de los contribuyentes con la Administraci&oacute;n han ido aumentando en estos a&ntilde;os de crisis econ&oacute;mica. As&iacute;, hay muchas personas que, sin pretenderlo, presentan deudas con la Agencia Tributaria porque no pueden hacer frente a lo que deben. La Agencia Tributaria puede cobrarse la deuda de una cuenta bancaria si avisa en tiempo y forma, aunque los ciudadanos pueden reclamar. Acudir al banco y ver c&oacute;mo el saldo de una cuenta ha bajado de manera considerable sin nuestro permiso es un hecho que, en ocasiones puntuales, puede producirse.<br />&nbsp;