Somos infinitos de Lady P&aacute;rraga, es una casa construida desde el recuerdo; en estas paredes de poes&iacute;a, retumba el eco de una comunidad ausente: padres, hermanos, hijos, amigos... todos habitantes de estas p&aacute;ginas.<br />Aqu&iacute; se muestra a cada uno de los ausentes, se celebra su existencia desde el retrato que el amor y la amistad otorgan. Una construcci&oacute;n que la memoria de la voz l&iacute;rica afianza en su decir y describir. Hay dolor en todo ello, pero tambi&eacute;n un objetivo que se alcanza. Porque en estos poemas habita una lucha, la lid contra el olvido.<br />&iquest;Cu&aacute;nto pesan los recuerdos? Lo suficiente para transformarlos en poes&iacute;a, para aligerar la carga del sobreviviente, para subrayar todo lo que fueron, dijeron, hicieron los otros. Esa comunidad que se protege de la nada: el territorio del olvido al que se niega Lady P&aacute;rraga entregar a los suyos.<br />Esta obra se divide en dos; por un lado, Eleg&iacute;as para mis seres amados, donde la poeta le escribe y canta al recuerdo de sus seres queridos; y, el Compendio po&eacute;tico en Homenaje a Gustavo Ca&ntilde;izares Betancourt, el poeta esmeralde&ntilde;o que encontr&oacute; en Manab&iacute; y Manta su casa, donde erigi&oacute; y potenci&oacute; su obra po&eacute;tica. Este apartado lo integran textos que la autora se encarg&oacute; de solicitar a otros escritores.