Publicado en 1920, &quot;El mundo de Guermantes&quot; es el tercer volumen de la serie de la obra m&aacute;s conocida de Proust, &quot;<i>En busca del tiempo perdido</i>&quot;, que inician &quot;Por el camino de Swann&quot; y &quot;A la sombra de las muchachas en flor&quot; y completan, por este orden, &quot;El mundo de Guermantes&quot;, &quot;Sodoma y Gomorra&quot;, &quot;La prisionera&quot;, &quot;La fugitiva&quot; y &quot;El tiempo recobrado&quot;.&nbsp;<br /><br />En &quot;El mundo de Guermantes&quot;, Proust habla de la duquesa de Guermantes, a la que llama &quot;la estatuilla de porcelana&quot;, captando la atenci&oacute;n del autor por ser abanderada del mundo m&aacute;s clasista y cerrado de la sociedad francesa.<br />La integraci&oacute;n por fin tiene lugar en el anhelado espacio de los Guermantes en Par&iacute;s, donde el narrador logra instalarse en una dependencia de la residencia de los arist&oacute;cratas. Ahora, su inquieta pasi&oacute;n amorosa le ha llevado a poner los ojos en la duquesa, un ideal inalcanzable al que, pese a todo, sigue hasta su retiro de Donci&egrave;res, donde se halla prestando su servicio militar el joven Robert de Saint-Loup. A partir de aqu&iacute;, los acontecimientos se suceden vertiginosamente en la memoria del narrador, que entabla amistad con la actriz Rachel (amante de Robert), pierde a su abuela materna y se enamora de Albertine, una de las &quot;muchachas en flor&quot;. Por aquel tiempo (en el que acude con asiduidad al elegante sal&oacute;n de Mme. de Villeparisis), el protagonista descubre la condici&oacute;n de homosexual del bar&oacute;n de Charlus.