Año 1856, durante las labores de mantenimiento del tejado de un monasterio romano se encuentra un pergamino que contiene un mensaje escrito por un hijo a su madre que se remonta a 1646 y que se refiere a un anillo de Pedro robado y escondido en un pueblo toscano. El teniente Luigi De Santis, de la Gendarmería Pontificia, viene encargado de redactar un informe sobre el hallazgo e, inmediatamente, despierta el interés de las altas jerarquías de la iglesia ya que podría tratarse de una supuesta reliquia del apóstol Pedro, que los papas buscaban en secreto desde hacía siglos. En los archivos se descubre documentos que refieren de un extraño robo de un anillo en 1565 durante la construcción de la Basílica de San Pedro. Objeto que luego, misteriosamente, desaparece y reaparece, una veintena de años más tarde, luego del encuentro casual entre el famoso abogado romano, de origen toscano, Alessandro Falciani y una chica de origen humilde, Gigetta, que está en posesión de este, y está intentando, por todos los medios, venderlo. El propio Papa Pío IX, a través del Secretario de Estado, Cardenal Antonelli, llevará a cabo una laboriosa investigación, pero el pontífice se encuentra en grandes dificultades, ya que los Estados Pontificios están amenazado por el expansionismo de los Saboya y, desde hace tiempo, circulan teorías filosóficas que podrían socavar la credibilidad misma de la iglesia católica. El cardenal Antonelli tiene una hija secreta, Laura, que vive bajo la tutela del gran maestro de la masonería romana y que se enamora del teniente De Santis. Amor que será correspondido por el oficial, pero al que se opone su verdadero padre, mientras tanto las pesquisas se verán obstaculizadas. Una novela cautivadora en la que se entrecruzan apasionadas historias de amor y violentos choques entre grandes poderes.