Dice C&eacute;sar Aira que si se hiciera un estudio sistem&aacute;tico de la posici&oacute;n de exilio de los grandes escritores, de cualquier &eacute;poca, los resultados ser&iacute;an sorprendentes. Es probable, de hecho, que terminaran siendo excepciones los que vivieron e hicieron su obra en su patria y su lengua. La extranjer&iacute;a argentina, de Marcos Seifert, parece poner a prueba esta boutade en la lectura de una serie de ficciones contempor&aacute;neas que encuentran en los desacoples entre lengua, territorio y cultura un principio inherente a nuestra literatura. Enlazados por la imaginaci&oacute;n cr&iacute;tica de Seifert, los relatos de Hebe Uhart, Sergio Chejfec, Clara Obligado, Iosi Havilio, P&iacute;a Bouzas, Paloma Vidal, Gabriel Vommaro, Patricio Pron, Pablo Urbanyi, Mariana Dim&oacute;pulos, In&eacute;s Fern&aacute;ndez Moreno y Andr&eacute;s Neuman dibujan el perfil no nacional de la literatura argentina en el presente.<br />De un estilo afable y perspicaz, <i>La extranjer&iacute;a argentina</i> entra y sale y vuelve a entrar a estos relatos con gracia sostenida. El libro compone el cap&iacute;tulo reciente de esa &ldquo;tradici&oacute;n de la extranjer&iacute;a&rdquo;, con ra&iacute;ces en el siglo xix, que fundamenta todos los argumentos de Marcos Seifert.<br />Judith Podlubne