&Oacute;scar Arnulfo Romero y Gald&aacute;mez, conocido como monse&ntilde;or Romero, fue un sacerdote cat&oacute;lico salvadore&ntilde;o y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), c&eacute;lebre por su pr&eacute;dica en defensa de los derechos humanos y por haber muerto asesinado durante la celebraci&oacute;n de la misa.<br />Como arzobispo, denunci&oacute; en sus homil&iacute;as dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos y manifest&oacute; p&uacute;blicamente su solidaridad hacia las v&iacute;ctimas de la violencia pol&iacute;tica de su pa&iacute;s. Su asesinato provoc&oacute; la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. Dentro de la Iglesia cat&oacute;lica se lo consider&oacute; un obispo que defend&iacute;a la &laquo;opci&oacute;n preferencial por los pobres&raquo;. En una de sus homil&iacute;as, monse&ntilde;or Romero afirm&oacute;: &laquo;La misi&oacute;n de la Iglesia es identificarse con los pobres, as&iacute; la Iglesia encuentra su salvaci&oacute;n&raquo; (11 de noviembre de 1977).<br />En Latinoam&eacute;rica algunos se refieren a &eacute;l como San Romero de Am&eacute;rica. Fuera de la Iglesia Cat&oacute;lica, Romero es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad, incluyendo a la Comuni&oacute;n Anglicana la cual lo ha incluido en su santoral. &Eacute;l es uno de los diez m&aacute;rtires del siglo XX representados en las estatuas de la Abad&iacute;a de Westminster, en Londres, y fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 1979.<br />Monse&ntilde;or Romero, finalmente beatificado por papa Francisco, en estas homil&iacute;as nos da su conocimiento teol&oacute;gico, pero sobre todo nos muestra el valor de una iglesia que se encuentra al lado de los pobres, que lucha contra un poder que impide la libertad individual, que se ofrece como un ejemplo de la vida y del testimonio cristiano y plenamente humano.