A pesar de que los hombres tienen mayores niveles de testosterona, tambi&eacute;n las mujeres segregan esta hormona, aunque en menor medida. Los bajos niveles de testosterona se asocian a una disminuci&oacute;n del deseo sexual con reducci&oacute;n de los pensamientos y la excitaci&oacute;n. Las mujeres con menopausia quir&uacute;rgica reducen sus niveles de testosterona a la mitad. El deseo sexual hipoactivo puede estar provocado por causas f&iacute;sicas, como trastornos endocrinos, abuso de alcohol o psicof&aacute;rmacos. Una de las causas m&aacute;s frecuentes es un bajo nivel de andr&oacute;genos, ya que la testosterona es una hormona clave para mantener el deseo, tanto en el hombre como en la mujer, aunque en ella los niveles son mucho m&aacute;s bajos. El bajo deseo sexual tambi&eacute;n puede estar relacionado con causas psicol&oacute;gicas como ansiedad, estr&eacute;s, depresi&oacute;n o problemas de pareja. En otros casos, la ausencia de deseo puede ser reactiva a otros problemas que hacen que las relaciones no sean del todo satisfactorias como en el caso de impotencia, coitos dolorosos o anorgasmia. En algunos casos el problema aparece en personas que han tenido una educaci&oacute;n sexual muy estricta, experiencias sexuales traum&aacute;ticas o negativas (violaci&oacute;n o abusos sexuales). El trastorno puede provocar malestar y en la pareja puede tener consecuencias importantes, aunque a veces el miembro afectado puede seguir manteniendo relaciones sexuales en un intento de satisfacer a su pareja. A pesar de que una sexualidad satisfactoria es importante para mantener una buena calidad de vida, muchas de las personas que padecen este problema, por desconocimiento o pudor, no se lo consultan al especialista. Afortunadamente, la mayor informaci&oacute;n y apertura sexual de las &uacute;ltimas d&eacute;cadas ha facilitado que muchos afectados puedan abordar con &eacute;xito los problemas ligados a la sexualidad.<br />&nbsp;