Me gusta empezar mis libros pensando en algo. Si estás leyendo este libro, asumí que deseas experimentar una intimidad más profunda con Dios y con otros seres amados en tu vida. ¿Qué es esta intimidad? Saquemos el sexo del camino.
El sexo no es la intimidad que más dura o importa. Es un acto de intimidad; que estaba destinado a expresar la relación que ya ha tenido lugar; entre dos corazones. El amor verdadero permite que la intimidad se desarrolle primero en el corazón y es por eso que los verdaderos amantes esperan el momento adecuado para tener relaciones sexuales. 
Cuando la intimidad se desarrolla en el corazón, primero, el amor será más fácil de mantener en el largo plazo de la relación. La Biblia no te sostiene del placer sexual, antes del matrimonio, como castigo, pero para que no te pierdas lo que realmente importa en el área de la intimidad: dos corazones que se convierten en uno, no dos simples cuerpos físicos.
Si configura su experiencia de intimidad en torno al acto; encontrará la intimidad limitada a ese acto. Sin embargo, si configura su intimidad en torno al coito de dos corazones, durará más que el acto, que eventualmente cambiará con la edad de todos modos.
No importa quién sea, no importa lo bueno que sea sexualmente, no importa cuán liberal sea al participar en el acto sexual, vendrá en busca de una intimidad real algún día.